Antes de
Amar-te...
Antes de amar-te, amor, nada era
meu
Vacilei pelas ruas e as coisas
Nada contava nem tinha nome:
O mundo era do ar que esperava.
Vacilei pelas ruas e as coisas
Nada contava nem tinha nome:
O mundo era do ar que esperava.
E conheci salões cinzentos,
Túneis habitados pela lua,
Hangares cruéis que se despediam,
Perguntas que insistiam na areia.
Túneis habitados pela lua,
Hangares cruéis que se despediam,
Perguntas que insistiam na areia.
Tudo estava vazio, morto e
mudo,
Caído, abandonado e decaído,
Tudo era inalienavelmente alheio,
Caído, abandonado e decaído,
Tudo era inalienavelmente alheio,
Tudo era dos outros e de
ninguém,
Até que tua beleza e tua pobreza
De dádivas encheram o outono.
Até que tua beleza e tua pobreza
De dádivas encheram o outono.
Pablo Neruda
Antes de amarte, amor
Antes de amarte, amor, nada era mío,
vacilé por las calles y las cosas,
nada contaba ni tenía nombre,
el mundo era del aire que esperaba.
Yo conocí salones cenicientos,
túneles habitados por la luna,
hangares crueles que se despedían,
preguntas que insistían en la arena,
en la arena...
Todo estaba vacío, muerto y mudo,
caído, abandonado y decaído,
todo era inalienablemente ajeno,
todo era de los otros y de nadie,
hasta que tu belleza y tu pobreza
llenaron el otoño de regalos.
Antes de amarte, amor, nada era mío,
vacilé por las calles y las cosas,
nada contaba ni tenía nombre,
el mundo era del aire que esperaba.
Yo conocí salones cenicientos,
túneles habitados por la luna,
hangares crueles que se despedían,
preguntas que insistían en la arena,
en la arena...
Antes de amarte, amor, nada era mío,
vacilé por las calles y las cosas,
nada contaba ni tenía nombre,
el mundo era del aire que esperaba.
Yo conocí salones cenicientos,
túneles habitados por la luna,
hangares crueles que se despedían,
preguntas que insistían en la arena,
en la arena...
Todo estaba vacío, muerto y mudo,
caído, abandonado y decaído,
todo era inalienablemente ajeno,
todo era de los otros y de nadie,
hasta que tu belleza y tu pobreza
llenaron el otoño de regalos.
Antes de amarte, amor, nada era mío,
vacilé por las calles y las cosas,
nada contaba ni tenía nombre,
el mundo era del aire que esperaba.
Yo conocí salones cenicientos,
túneles habitados por la luna,
hangares crueles que se despedían,
preguntas que insistían en la arena,
en la arena...
Pedro Guerra
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